El concepto de “Life Long Learnig” viene siendo discutido desde hace por lo menos treinta años, principalmente en las sociedades económicamente más avanzadas agrupadas en la OECD. Esta organización, en conjunto con la UNESCO, el Comité Europeo y CEDEFOP, entienden este concepto como la llave para entrar a siglo XXI, en el marco de Sociedades de Aprendizaje en las cuales todo momento y situación puede ser una ocasión para aprender y desarrollar las capacidades del individuo.
Este concepto, traducido al español como “Aprendizaje Permanente” o “Formación a lo Largo de la Vida”, constituye un esfuerzo por superar la comprensión tradicional del aprendizaje como un proceso formal, limitado a una etapa específica de la vida. Adquiere cada vez mayor relevancia, particularmente en el marco de la naciente Sociedad del Conocimiento o de la Información, donde el Capital humano constituye un elemento crucial para el desarrollo y el éxito.
El Consejo Europeo celebrado en Lisboa da luces de esto; posteriormente, en la Comunicación “Hacer realidad un espacio europeo del aprendizaje permanente”, se manifiesta claramente que la idea del aprendizaje permanente se ha convertido en el principio guía de las políticas de educación y formación de los países de la Unión Europea. Sin embargo, autores como Colin Griffin muestran una cierta reticencia respecto de los alcances de este concepto en la formulación de las políticas educacionales.
En términos generales, por sobre las diversas descripciones que puedan hacerse del significado del concepto de “Lifelong learning”, es posible definir algunos aspectos comunes para la mayoría de ellas. Entre estas características comunes a todas las definiciones se encuentran los siguientes elementos: